jueves, 4 de octubre de 2012

Réplica a una carta de un "español por accidente"

El ambiente está caldeado, y no faltan razones para ello. No seré yo quien defienda el hacer del jóven gobierno que tenemos. No lo haré, aunque haya gente que piense lo contrario. Que yo tape la boca a muchos que vocean con los ojos rojos no significa que yo justifique a nadie. Atravesamos una etapa muy compleja y todos somos vulnerables a todo tipo de estímulos. Lo que pasa es que nuestra vulnerabilidad es aprovechada por los artistas de la difamación y el despiste. Como una gangrena, el virus se transmite por los miembros afines, y la sangre corre con mayor celeridad y fluidez por los que comparten dichas afinidades en la política y en los catálogos que siempre he criticado (también en El Grano de Arena Azul) Todos los días me llevo sorpresas cuando miro las redes sociales, porque veo realmente lo que piensa la gente que conozco pero desde otro prisma. Podemos conocer a las personas mejor cuando están sentadas sólas en sus casas y escriben (como yo ahora mismo), y es ahí cuando afloran cosas desde lo más profundo de nuestros pensamientos. Me da mucha rabia porque muchas veces los pensamientos se encuentran a distinta profundidad de nuestra inteligencia, y es curioso ver como a menudo no hay galerías que comuniquen nuestra inteligencia y nuestro pensamiento. Pues hay que abrir esas galerías. Yo pondré mi grano de arena.
 
Soy muy crítico con aquellos que salen a la calle a protestar con el único propósito de la venganza, la revancha o simplemente para aliviar sus impulsos de odio contra quien es diferente de sí mismo. Es verdad esto que digo, y cada vez me lo tengo más demostrado. Como ovejos, la gente aplaude masivamente a los que emplean su don de gentes y su charlatanería para crearse sus ejércitos de mangurrianes que les ayudan a salir en los periódicos. Da igual que sea robando supermercados, mintiendo sobre nuestra historia o creando alarmas en una sociedad que lo que menos necesita en estos momentos es alarmismo. Todo sea por san Oportunismo. "Dime de lo que presumes y te diré de qué careces" es un dicho que les viene muy al pelo a los que hablan de libertad, de amor o de tolerancia empleando dibujos de una revolución violenta, frases de odio, o caminan con la actitud del soldado que ha perdido su primera batalla y se prepara para la revancha. Así son los mensajes de colectivos del tipo de Democracia Real Ya, Ciudadanos por la República o Anonymous. Del palo de estas artes he descubierto algo realmente interesante. Es el escrito de un tal Julio Ortega, el cual describe con extrema sutileza sus motivos por los cuales nuestro país le da ganas de vomitar. Ha tenido relativo éxito, ya que este tipo aúna muchos de los argumentos que luego los ovejos que antes comentaba enarbolan hasta lo más alto de sus chabolas de ignorancia. Voy a poner algunos de ellos para contraponerlos a los argumentos que yo tengo para poder decir que he nacido en un buen país.
 
Julio dice que es "Español en la tierra donde se le rinde pleitesía a un monarca que reina por decreto de un dictador...", pero se le olvida a Julio que el monarca que reina figura en nuestro país es una condición de una monarquía parlamentaria, sistema político que se aprobó junto a la Constitución Española por un 88% de la población española (mejor dicho, de los votantes, que al ser referéndum y optar al sí o al no, sí que representan a la totalidad de la población) Puede no estar de acuerdo. Es libre para ello, pero jamás podrá decir que no es legítimo, ya que la Monarquía Parlamentaria fue el sistema que eligió nuestro país. Que tampoco se le olvide a Julio que elaborar la Constitución supuso un esfuerzo titánico para pasar página a una época muy oscura de nuestra historia, y gracias a la Constitución nuestros abuelos pudieron morir algo más tranquilos, ya que los odios quedaron sepultados en el cieno. No seamos desenterradores y vamos a preocuparnos un poquito más en mirar hacia el futuro con esperanza, tratando de construir, y no de destruir. Hay que ponerse el disfraz de la sonrisa y no el del enfado. Se consigue más. Lo prometo.
 
Julio dice que es "Español donde se le arroja al obrero a la pobreza, se le niega la limosna de la prestación, se le sanciona por buscar en los contenedores de basura, y se prohíbe que los supermercados distribuyan los alimentos que ya no les sirven", y no se da cuenta de que con esas afirmaciones es partícipe de que la confusión sea el factor que día a día alimenta el odio, el inconformismo metódico e irracional, la negativa sistemática y la agitación que llevan a cabo quienes tienen poca educación. En contra de lo que Julio dice, yo sí me siento orgulloso de ser un ciudadano del país más solidario del planeta, el que más ayuda humanitaria ofrece a los que lo necesitan, el país que más transplantes realiza del mundo o uno de los que más reciclan. Pero estos verdaderos motivos de orgullo para España son tapados por los malos indicativos, y resulta que muchísimos de éstos incluso son mentira, ya que nuestro desparpajo y arrogancia hacen que nadie verifique las cosas que los más dicharacheros colocan en el lugar y momento más oportunos. Me resulta muy difícil creer que alguien en España haya sido denunciado por buscar comida en la basura. Pero según cómo se diga y en qué momento se diga, puede hacerle creer al lector que en España se sanciona a los mendigos que rebuscan en los contenedores (en Valencia se denunció a una persona que buscaba ropa en un contenedor de ropa, pero se demostró que este tipo en cuestión tenía un puesto ambulante de ropa donde vendía la ropa usada que sisaba de los contenedores. Es distinto) A un tipo que busca comida en los contenedores se le puede impedir hacerlo, ya que ello supone un peligro contra la salubridad, y se le puede indicar que existen miles de centros donde se le ofrecerá comida por el precio de NADA (véase las casas de caridad, Cáritas o comedores sociales) Depende de cómo se digan las cosas, éstas tienen una intención u otra, e intuyo que Julio poco o nada pretende hacer para devolver el positivismo y la razón a una España que ahora mismo tiene veneno.
 
Julio dice que es "Español donde las pérdidas en los casinos desgravan, y los bancos reciben dinero público porque ya se les agotó el que robaron a los ciudadanos", alentando aún más a la confusión del que ya tiene reticencias con los ricos o los bancos, criminalizados sin compasión hasta la saciedad. Tiene bastante razones para meterse con los bancos. Yo siempre he dicho que son "negocios sanguijuela", pero es falso que los bancos reciben dinero público, o mejor dicho, debería puntualizar que el dinero público que reciben es de Europa, y que los bancos tienen la obligación de devolver hasta el último céntimo. Es que no es lo mismo. Y lo de que han robado a los ciudadanos... Sobre ésto tengo algo escrito en este mismo blog (http://elgranodearenaazul.blogspot.com.es/2011/11/de-bancos-e-hipotecasayyyy-senor.html), no lo volveré a repetir en esta entrada. Para el envenenado, un aliciente más para salir a la calle y vocear e insultar es que alguien le diga que los bancos reciben dinero de todos, pero quizás le tranquilizaría saber que las cosas no son como Julio, DRY u otros organismos afirman. Y tranquilidad es lo que necesitamos. Son tantas y tantas afirmaciones que nos confunden...

Intuyo que cuando Julio dice que es "Español en un País donde el Juez que imputa a un asesino es el delincuente, y el delincuente Presidente de Generalitat Valenciana es un hombre libre, o la Infanta una mujer por encima de la acción de la Justicia" se está refiriendo a Garzón, a Camps y a la Casa Real. Bueno, bueno, bueno. Puntualizar acerca de estas cuestiones y a estas alturas es como llover sobre mojado, pero quizás sea necesario volver a hacerlo, ya que conforme está la situación, es posible que todavía haya alguien que no se haya enterado. Garzón fue juzgado por un delito que cometió. De la misma forma que exigen que el Rey no goce de impunidad (curiosamente en el mismo párrafo que escribe Julio) también, para ser caval, debería sentirse orgulloso de que esa impunidad no se aplique a jueces y fiscales. Pues eso es lo que se ha hecho. Garzón violó un artículo de la Constitución y está pagando las consecuencias. Da igual lo que Garzón haya hecho anteriormente. Da igual todo. Nada exime debería eximir en este país a alguien de un delito. Excepto el Rey. El Rey está exento de ser juzgado. A mí no me parece bien. Si todos somos iguales somos iguales para todo. Pero la impunidad del Jefe del Estado estaba reflejada en la Constitución, y cuando la Constitución se aprobó casi con el 90% de la población española automáticamente se convierte en un objeto sagrado. Si estuvimos orgullosos de dar ese impresionante paso en el año 78, debemos ser consecuentes y sentirnos orgullosos ahora, incluso cuando las cosas no suceden conforme a nuestos ideales. Que no se les olvide a los que llevan banderas de tres colores a las manifestaciones y a los que lanzan piedras a uno de los sistemas políticos mejores del mundo.

Julio dice que es "Español donde para el fútbol cortan calles e instalan pantallas gigantes, mientras para las protestas de la gente reservan los porrazos y las pelotas de goma", y creo sinceramente que está buscando la confusión nuevamente ante el vulnerable. En España no se niega el derecho a manifestarse. Lo que se niega en España es el incumplimiento en las condiciones de la manifestación. Según el diario El Confidencial, la Junta de Gobierno del Ayuntamiento de Madrid cifra en 2.732 las manifestaciones que llevamos en el año en la capital. A ver en cuántas de ellas hay altercados. Si en España hay censura y falta de libertad, pues habría que analizar los datos y ver quién tiene razón. Libertad a manifestarse no significa manifestarse hasta que las cosas cambien, que es como algunos piensan. Manifestarse es juntarse para mostrar un manifiesto, y no es echar raíces en las calles y plazas de forma atemporal. Esa es la diferencia. Para que una manifestación sea legal tú tienes que pedir el permiso correspondiente (no por que haya una figura de poder supremo que te conceda o no el privilegio para manifestarte, sino porque hay que estudiar la viabilidad en el tráfico y en seguridad de acuerdo con unos factores como el motivo de la manifestación, el número estimado de manifestantes...) y es entonces cuando se te ponen unas condiciones que debes cumplir. Sí, condiciones, porque la ciudad es de todos y tú no puedes alterar libremente su configuración. Se te ponen unas pautas en cuanto al tiempo y a la forma, en cuanto que no puedes sobrepasar la libertad del resto de los ciudadanos. Si tienes tres horas para manifestarte, el sobrepasar ese horario supone que las autoridades devuelvan a las calles la normalidad que deberían tener. Por eso surgen los problemas cuando los cuatro exaltados de turno la arman al finalizar algunas manifestaciones de deternimado cariz (muchas de ellas también deportivas) ¿Se recibe a los protestantes con porrazos y pelotas de goma? Pues si lo que queremos es alentar el odio y la confusión, sí, en España la policía carga contra los manifestantes con violencia. Julio, no está bien cómo dices las cosas.

Julio dice que es "Español con un ministro de educación, cultura y deporte fascista, sádico, embustero y profundamente idiota, y con un Presidente igual de imbécil, mentiroso, cruel y déspota, pero con más responsabilidad todavía.". Los apelativos tan maduros y tan argumentados que le pones al ministro y a Rajoy dicen mucho de tus intenciones, Julio. En cualquier caso espero que con tu afirmación no pongas en tela de juicio al Gobierno, sino a los más de 10 millones de españoles que lo han respaldado. No sigo mucho las publicaciones de Julio, pero intentaré buscar cuál es la opinión que tiene acerca de otros ministros anteriores, tales como algún Ministro de Asuntos Exteriores que no sabe inglés, que sólo tiene el Bachillerato, Ministras de Sanidad que dicen que un feto no es un ser vivo o Ministras de Cultura que dicen "miembras". Voy a ver qué tiene publicado Julio sobre estos ministros.

Julio dice que es "Español en una nación de corruptos, criminales, brutos, siervos, alienados y meapilas [...] donde aquel que escapa de la relación anterior es perseguido y acosado, tachado de antisistema y terrorista además de mal patriota", y además dice que es "español por accidente, y sin el menor respeto por una bandera que es sudario para la libertad, la justicia y la igualdad". Bien, amigo Julio. La retahíla de piropos que nos pones a los que nos sentimos orgullosos de ser españoles es una opinión muy particular tuya. Lo de que si no formas parte de los corruptos, criminales, brutos, siervos, alienados y meapilas son considerados de malos patriotas, pues quizás lo pueda decir yo de gente como tú, ya que yo no me considero ningún corrupto, criminal, bruto, siervo, alienado o meapilas, y tú haces esa distinción. Si te sientes español por casualidad y no sientes nada por tu país, pues tienes una solución mucho más efectiva que escribir las barbaridades que escribes. ¿Qué país es, a tu juicio, un país donde te hubiera gustado haber nacido?

Yo no prestaría ninguna atención a tus palabras si no tuviera la certeza de que hay muchísimas personas que piensan lo mismo que tú pero que no lo saben escribir. Por lo tanto, si acaso llegas a leer mi réplica a tus palabras, no lo tomes como algo personal, ya que no te conozco. No me estoy refiriendo a tí. He utilizado tu síntesis para dirigirme a la masa de conformistas que opinan lo mismo que tú. Conformistas porque se valen de la primera tontería, el primer dato que pueda aportar a corto plazo una satisfacción a sus pseudo-ideales, y que ven en una serie de palabras bien conectadas un motivo para enarbolarlas y emplearlas para satisfacer sus paranoias. Da igual que esas afirmaciones no tengan fundamento. No importa, como siempre, la mentira, el oportunismo y la disuasión con tal de sentirse protagonista, portavoz de algo, aunque sea de la misma ignorancia. Todo vale la pena por conseguir una "decente" válvula de escape al resentimiento.

1 comentario:

  1. A pesar de todo me alegro enormemente de compartir el rechazo que tiene Julio hacia la tauromaquia. Mira, algo tenemos en común. Quizás la diferencia sea que yo, a pesar de las corridas, no siento náuseas por ser español, sino por el hecho de que en nuestra cultura se torturen animales

    ResponderEliminar