jueves, 10 de noviembre de 2011

El peso específico de la ignorancia

Este es mi primer post, y me he animado a escribirlo porque me hierve la sangre. Cada vez que veo más elementos en mi correo, en mi facebook, por la calle, por los medios, que increpan sin consideración contra la gente que comparte sus creencias religiosas a través de la Iglesia Católica me hierve la sangre. Sé que no es algo nuevo, por supuesto que no, pero no puedo dejar de indignarme, más si cabe cuando compruebo que los ataques son proporcionalmente más violentos cuanta más ignorancia habita en quien lo firma.

Lejos de pretender mostrar a la Iglesia como el símbolo de la perfección, sí que tengo una inquietud para poner mi grano de arena y ayudar a consolidar los principios que defiende mi comunidad. Estoy muy cansado de intentar responder con el razonamiento al decepcionado con la Iglesia que emplea el ataque y el insulto, pero hay tantas veces que pienso que es tan inútil... Pienso que es inútil intentarlo al comprobar la mala leche con que se hacen estas cosas. Cuando en las redes circulan imágenes como ésta, claramente no se pretende  concienciar a nadie de que Dios no existe, de que la Iglesia está equivocada o de que existen errores que se urge corregir. No. Cuando veo imágenes de este tipo, lo que tengo claro es que se quiere dañar. No me preocupa el daño que se pueda causar, claro que no. Nunca me va a herir una imagen como ésta. Más bien lo que a mí me hiere es saber que los responsables de estas tonterías no tienen intención ni de escuchar, ni de aprender ni de llegar a una conclusión. Cuando veo a Wyoming haciendo su espectáculo, hablando para su pestilente (y reducido, por cierto) auditorio, no veo un análisis de los problemas de la Iglesia, no veo una intención de aquel que discrepa y trata de aportar soluciones. Cuando se le ve al muy gañán decir que el Papa encubre actos de pedofilia, tampoco veo que su "profundo estudio" aporte ningún tipo de fundamento. Lo que veo son vómitos arrojadizos basados en la rumorología y diretería a la que nos tienen acostumbrados aquellos "fenómenos" del periodismo que se creen que por tener un programa de vanguardia, un periódico virtual, o por conseguir un triste espacio en una triste revista pueden pensar que lo son, porque yo, sin ser periodista, conozco la regla de oro que separa al que lo es y al que no lo es. Precisamente ese toque de distinción es poder aportar pruebas sólidas para demostrar que lo que dices tiene una base empírica. Si no es así, te arriesgas a que te llamen pintamonas, ignorante o simplemente que te digan que eres un gilipollas.

Conozco de cerca la obra de Ratzinger. Conozco su forma de actuar, su forma de pensar y por dónde apunta su labor como corresponsable de la educación moral de algo más de 1.000.000.000 de personas. He de decir que en ningún escrito de Ratzinger aprecio otra cosa que no sea una sabiduría, madurez y palabras que me han cambiado la forma de comprender algunos conceptos. Ya hablaremos de ello. No veo referencias al nazismo, a la pederastia, apologías al poder, a la riqueza... Conozco también no sólo su obra editorial, sino los problemas que ha tenido que lidiar en su vida, las falsas acusaciones que ha soportado, las denuncias a las que se ha enfrentado (todas falsas) y conozco también la forma que tiene para dirigirse a quien le quiere escuchar, pero que la gente no comenta, pasa desapercibida. Sí que hay datos que muestran la postura que tiene el Papa ante los actos de que le acusa la masa de la ignorancia, y muchos (Carta del Papa a la Iglesia de Irlanda) Curiosamente todos ellos han sido denunciados en oleada a partir del año 2.002. Me llama la atención que tantas acciones, la mayoría, y dado lo complicado de la cuestión, muy difíciles de demostrar, hayan visto la luz tan de repente, emergiendo como setas, y en diócesis tan conflictivas como la de Dublín (sin negar con ello que en el seno de la Iglesia haya moho. Claro que lo hay, y es responsabilidad de todos limpiarlo, no recrearse, y mucho menos cuando la finalidad es... bueno, la verdad es que no sé cuál es la finalidad de recrearse en los errores de la Iglesia...) Pero a nadie de éstos he oído hacer un balance proporcional de la labor que la Iglesia lleva a cabo para solucionar y aliviar precisamente esos problemas. Sólo se escucha una voz envenenada obsesionada con lo material y con la estética. Recurso fácil. Puede ser cierto que la pompa que los protocolos vaticanos aplican en sus actos no ayude a comprender el mensaje de la Iglesia. Lo entiendo. Yo no necesito ese protocolo. Pero también es verdad que la mayoría de esos elementos que tanto se prestan a ser objetos de crítica forman parte de un legado litúrgico que también identifica a la Iglesia. Posiblemente las cosas cambien con el tiempo, me niego a ser tan retrógrado como a algunos les gustaría. La Iglesia necesita manejar todo tipo de instrumentos para llevar su mensaje a cualquier raciocinio, incluída la corte, el atuendo, el conjunto de elementos para muchos incompatibles con los fundamentos de nuestros pilares, pero lo que tenemos que hacer es saber interpretar estos modos que a muchos les parecen incomprensibles como símbolos que hasta hace muy poco tiempo la masa de gente necesitaba para vestir no a su liturgia, sino a su fe. Tengamos en cuenta que la fe es muy distinta en las personas, en las culturas y en las regiones, y está irrevocablemente condicionada por las circunstancias de todas ellas. Sí, Jesucristo no lucía esas galas. Sus apóstoles tampoco. No obstante, Jesucristo se dejó ungir por el perfume de María Magdalena, porque aquello fue lo mejor que ella tenía para honrarle, y hubo gente que no comprendió el gesto. Para María Magdalena se trataba de un símbolo de honor y de cambio, pues a partir de aquel momento su alma dió un vuelco, siguió a Jesús y sintió la felicidad propia de saber que iba por el buen camino hacia la verdad. Ahora, los curas, obispos y papas representan a Cristo y a los apóstoles, y yo puedo interpretar como un símbolo el hecho de engalanarlos con ese postín. Repito, yo no lo necesito, pero lo comprendo. De la misma forma repito que es posible que las cosas cambien. Hay quien se aventura a llevar su ignorancia más lejos, y al igual que Oogie Boogie, escupen gusanos de calumnias y acusaciones, y exigen unos derechos ante unas irreverencias que sólo existen en sus imaginaciones. -"¡Vender sus tesoros! Para acabar con tanta hipocresía la Iglesia debe vender todo el arte que mantiene"-. Olé. ¿Recordáis la fotografía tan famosa que se tomó en la JMJ de este verano? Corresponde a las increpancias contra los jóvenes católicos por parte de los que se hacían llamar "indignados", y que aprovecharon el evento para "expresarse" en la Puerta del Sol de Madrid. De la misma manera y con el mismo semblante que este tipo de azul, yo imagino a los 2,5 millones de personas que suscriben el grupo de facebook que se llama "Cambio tesoros del Vaticano por comida para África, ¿te apuntas?" Gente que desde el sofá de sus casas exigen a la institución que mayor obra social lleva a cabo en el planeta que venda sus riquezas. Gente que, por lo que yo sé (conozco a muchas personas que simpatizan en ese grupo) no han formado parte en su vida de ninguna acción de voluntariado, gente a la que yo no he visto dar limosna (pero que sí que he visto NO dar limosna. No quiero juzgarlos. Sólo me defiendo comparando) Gente que es ajena a los problemas de los desfavorecidos, y que en un pequeño arrebato de su conciencia, y víctimas de su misma rabia, sepultan su dignidad en la centésima de segundo que tardan en oprimir el botón de "me gusta", confundiendo lo que creen que les une a 2,5 millones de personas anticatólicas, con un camino "campo a través" rumbo al País de la Ignorancia. ¿Alguien ha pedido al Museo del Prado que venda su pinacoteca para destinarla a la obra social? No, porque es inconcebible. ¿Alguien ha solicitado que su país no se gaste dinero en educación o sanidad para derivarlo a los países pobres? No se yo... ¿Alguien de esos 2,5 millones de personas ha vendido todo su patrimonio para ayudar a los demás? Mucho me temo que no. A pesar de tanta gente envenenada, no faltan los que se hacen miembros del grupo para poder opinar y decir que el Vaticano (comisario de la mayor colección de arte del mundo), aunque vendiera todo lo que atesora, podría apaciguar las necesidades del tercer mundo tan sólo durante unos días, o recordarles las miles de instituciones que mantiene la Iglesia en el tercer mundo que se ocupan del hambre, del enfermo, del despistado, del confundido y del que sufre. Pero eso es algo en lo que no interesa pararse a pensar. Para esa gente el arte no vale nada. Nunca verán las obras de Leonardo da Vinci, Miguel Ángel, el Códice Calixtino (que por otra parte, ya les vale...), la arquitectura de los templos o la imaginería de Semana Santa de la que tanto presumimos, como el legado histórico y antropológico tan importante que se nos ha encomendado cuidar. No. Donde unos ven arte, otros ven dinero. Donde unos entienden educación, otros conciben la guerra. Donde unos ven esperanza, otros ven pasado. Y eso es precisamente lo que me duele, que son esas las actitudes que demuestran la intención de herir y no la de construir. No lo puedo evitar. Me hierve la sangre cuando compruebo el valor del peso específico de la ignorancia...

2 comentarios:

  1. Perdone usted pero no estar de acuerdo con la iglesia católica o directamente despreciarla no es de ser ingnorantes.
    Me gustaría simplemente que me contestase a una pregunta:
    Si Jesús apareciese en este instante, ¿qué crees que opinaría de la iglesia actual y del Vaticano?
    Yo opino que esta vez sacaría a los comerciantes del "templo" a leches y por supuesto se rebelaría ante semejante despropósito de "religión".
    Del desprecio hacia los que no piensan como tú ya ni hablamos...no me interesan los fanatismos.
    Que le vaya muy bien en la vida.

    ResponderEliminar
  2. Gracias, kaferlander por tu interés.
    Si vuelves a leer mi entrada podrás comprobar que llamo "ignorante" a quien critica y agrede con la palabra con el único ánimo de desacreditar a la Iglesia, y no es razonable cuando se trata de reconocer las cosas buenas que lleva a cabo. En ningún momento he llamado ignorante al que no esté de acuerdo con la Iglesia.
    Si Jesús apareciese en este momento probablemente empezaría a escribir en el facebook las malas acciones de quienes critican a la Iglesia. Luego probablemente nos dedicaría unas entradas en su blog a la sociedad corrompida por el dinero y el poder (incluídos muchos que nos hacemos llamar cristianos) Probablemente nos enviaría algunos power points con palabras acerca de los fariseos. Seguramente tendría algunas letras de agradecimiento a quienes han trabajado en su nombre en pos de los más desfavorecidos, y ensalzaría la figura de los millones de personas que anónimamente dan a diario su vida por los demás. Es posible que echara una mano en Cáritas o Manos Unidas, o que se fuera de voluntario a uno de los miles de comedores sociales, o en una de las miles de residencias de ancianos, o en hospitales, colegios, casas de caridad o leproserías que mantiene su Iglesia. Agradecería, probablemente, que sus ceremonias se engalanasen con tanta pompa, al igual que hizo con María Magdalena. Pero lo que seguro que haría es volver a morir por nosotros en la cruz, aún sabiendo que 2000 años más tarde siguiera habiendo ingratos en el mundo que despreciasen el buen hacer de las personas.
    Ahora me gustaría, si no te importa, que me digas qué haces tú por los demás.
    Por cierto, no me llames de usted. Llámame de tú, tal y como has hecho en tu penúltima frase. Gracias, y que también te vaya mejor en la vida.

    ResponderEliminar